Un nuevo día en el Festival de Sitges. Un día que se estira hasta parecer no acabar, desde que a las 7 de la mañana el despertador te saca de la cama. Los más afortunados, entre los que me encuentro, a estas horas de la noche ya se encuentran en la habitación, después de doce horas de intensa actividad, reflexionando sobre lo que el día le ha ofrecido.
Hoy era tema de conversación en Sitges un artículo del crítico de La Vanguardia, Salvador Llopart, en el que poco menos que hablaba del Festival como "el vertedero de Sitges". En el artículo que aún no he leído en su totalidad realizaba una crítica del Festival, del equipo y de la programación. No es mi intención polemizar con Salvador (cada cual opina con su propio criterio), pero sí me gustaría dejar constancia que Sitges es uno de los festivales más "vivos" del panorama nacional e internacional. ¿Por qué? Porque no se hace para los críticos, sino para los espectadores. Quizás Salvador, así como Carlos Boyero, cuando ven 13 Assassins de Miike, sean incapaces de apreciar que se encuentran ante un chambara clásico (quizá no han visto muchos, más allá de Kurosawa, y no sepan que Miike además de Ichi the Killer, también ha rodado films como Sabu). O cuando entran por equivocación a ver una cinta de Nishimura, se olvidan que dentrás de esa cinta se encuentra un director que no es ni un sádico, ni un homicida, ni un perturbado mental. Tampoco Scorsese me consta que sea un mafioso, y pudo realizar además de las etupendas Uno de los Nuestros o Casino, un film como Infltrados (que ya se había hecho antes y mejor en Hong Kong).
¿Y de cine? Hoy el festival nos ha traído a dos de los directores japoneses más reverenciados por el Festival. Takashi Miike y Takeshi Kitano. O lo que es lo mismo 13 Assassins y Outrage. Me quedo con la primera, por la capacidad que tiene su autor de mimetizarse con un género tan nipón como el chambara. En cuanto a Outrage, nos devuelve al Kitano de Sonatine, tras su deambular en la cuerda floja con su trilogía previa.
Ha habido muchas más cosas, muchas mas anécdotas. Quedaros con la que queráis. Y sobre todo opinar por vosotros mismos. Un crítico simplemente es una persona, que como tú, va al cine... Pero que, muchas veces para su desgracia, acaba por tomarse como trabajo lo que en realidad tendría que ser un acto de magia.
Porque eso es el cine: magia y creación.
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