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martes, 15 de noviembre de 2011

Entrevista a Ching Siu-tung: coreografiando las artes marciales (Sitges, 2011)

La verdad es que para los aficionados al cine asiático, y al cine de Hong Kong en particular (amantes de las artes marciales), que una figura como la de Ching Siu-Tung venga a recoger un premio (en este caso La Máquina del Tiempo) a tierras españolas, es como un sueño: la oportunidad de ver y compartir unos momentos con una leyenda viva del cine de acción hongkonés es un auténtico lujo, y más cuando se mostró amabilísimo, contestando a todas nuestras preguntas, firmando autógrafos y dejándose fotografiar sin problemas…

Nuestros compañeros de Asiateca y nosotros mismos nos trasladamos durante cerca de una hora, el tiempo que pudimos compartir con Ching Siu-Tung, al mundo de los estudios de la Shaw Brothers, de las artes marciales y de tierras chinas (y eso que la terraza del Hotel Melià de Sitges no se parece en nada… en fin).

A pesar de las dificultades del “lost in traslation” (no por el buen hacer del traductor sino por lo complicado que es la adaptación de nombres del inglés al mandarín sobre todo de películas o nombres de directores y actores), creemos que disfrutaréis de la entrevista que os ofrecemos, en la que las primeras preguntas estaban relacionadas con la película que el director venía a presentar en Sitges, The Sorcerer and the White Snake.

CineAsia: La leyenda de la que habla la película The Sorcerer and the White Snake ha sido llevada al cine en varias ocasiones, ¿por qué hacer una nueva versión? ¿Por qué elegir otra vez esta historia?

Ching Siu-Tung: Esta historia la elegimos, además de por ser un cuento muy tradicional, porque encaja bien en el momento actual de tendencia hacia cines mágicos y épicos, como El Señor de los Anillos o Harry Potter. Quería hacer una película con un tema propicio para producciones orientales, y que pudiera demostrar que el cine oriental también está preparado para realizar este tipo de películas. Además, la última versión cinematográfica de esta historia es de hace más de 10 años y ya era un buen momento para hacer una nueva versión destinada sobre todo al público más joven.

CineAsia: ¿De ahí la colección de “animalitos parlantes” que aparecen en la película?

Ching Siu-Tung: Sí, esta es una película apta para todas las edades. Si os fijáis, en la película no se derrama ni una gota de sangre ni hay ningún muerto, lo cual permite que sea más accesible y familiar. Para todos los públicos, incluso para los niños.

CA: ¿Tenía usted clara desde el principio la participación de Jet Li en el proyecto?

CST: Sí, el papel de Jet Li estaba decidido desde el principio aunque no se sacó a la luz.

CA: Usted nunca ha rodado con tantos efectos digitales (CGI) y pantallas de croma: ¿cómo es trabajar con ellos? ¿Se complican las coreografías?

CST: Para mí también es un reto haber realizado esta película, aunque tampoco es tan extraño esta mezcla ya que siempre se ha combinado de una manera u otra, desde las artes marciales hasta los nuevos efectos digitales. Antes también utilizábamos muchos efectos especiales, quizás no informáticos pero sí de otros muchos tipos, con lo cual estoy bastante familiarizado con ellos.

CineAsia: Desde su punto de vista, como coreógrafo de acción, ¿cómo cree que ha evolucionado o cambiado el concepto de ‘acción’ (por ejemplo desde “Duel to the Death” hasta ahora)?

CST: La evolución básicamente pasa desde unas acciones y coreografías más puramente físicas hasta la incorporación de efectos especiales y ahora los efectos digitales. Hay dos puntos de vista contrapuestos, al principio parece más artificial pero en realidad las acciones físicas quizás son más naturales comparadas con mis primeras películas en las que parecen más artificiales. Es decir, ahora con los efectos especiales la película puede parecer un poco más artificial, pero las acciones más puramente físicas son más naturales que antes. Parece una contradicción pero así lo veo yo.

CineAsia: Y ya que hemos mencionado a “Duel to the Death”: ¿cómo fue ese paso de coreógrafo de acción a director, con una película tan contundente y espectacular?

CST: Realmente a mí siempre me ha gustado mucho más estar detrás de la pantalla que actuando delante de ella. Antes de dirigir Duel to the Death ya había trabajado mucho como director de acción y entonces la productora me ofreció dirigir la película y yo acepte. Como director creo que ahora tengo más control sobre la producción saliéndome de esferas más puramente técnicas para influir en aspectos mucho más amplios de mis películas.

CineAsia: ¿Podría explicarnos cómo fueron sus inicios en la Shaw Brothers con su padre y un director tan mítico como King Hu?

CST: La Shaw Brothers era como mi propia familia ya que cuando mi padre era guionista de la Shaw vivíamos en el complejo, en los estudios que tenía de la productora, y crecí en ese ambiente. Desde que era muy pequeño ya me acercaba a los platós para ver cómo se rodaban las películas, así que es como si hubiera crecido dentro del propio estudio de rodaje. Para mí King Hu es como si fuese un tío, ya que era muy amigo de mi padre e incluso he trabajado como secundario en algunas películas suyas.

CineAsia: Hablando de usted como actor: una de las pocas películas que protagonizó fue “Monkey Kung Fu”, ¿cómo se le ocurrió la idea de hacer ese “mono borracho” tan diferente de como lo había coreografiado Yuen Woo-Ping poco antes?

CST: En esa época Jackie Chan había producido una serie de películas donde aparecía haciendo el ‘mono borracho’ y la verdad es que decidí hacerlo de esa manera en Monkey Kung Fu un poco para hacerle la competencia (risas). Mi paso por la actuación fue realmente un capricho del momento y un poco por compromiso con la productora, pero después volví a mi trabajo como director de acción.

CineAsia: Ha trabajado con directores muy conocidos internacionalmente como Stephen Chow, Tsui Hark o Zhang Yimou… ¿podría definirnos a cada un con una frase?

CST: Stephen Chow es muy inteligente y muy original, muy humorístico. Hemos colaborado en 6 u 8 películas, primero como actor y luego como director de acción en comedias, sobre todo. Tsui Hark es muy polifacético, es director, productor, coreógrafo... para mí es de los mejores de China ya que tiene ideas muy maduras y claras.

CineAsia: Entonces, ¿se lleva bien con Tsui Hark? Existe una especie de leyenda negra acerca de que trabajar con él es bastante difícil…

CST: La verdad es que pasamos una temporada sin colaborar juntos ni vernos, pero eso no quiere decir que nos llevemos mal. Además, hace poco hemos estado comiendo juntos. Quizás dentro de no mucho colaboremos en una nueva producción.

CineAsia: ¿Y sobre Zhang Yimou?

CST: Zhang Yimou está al mismo nivel que Tsui Hark, pero al ser un director autóctono chino conoce mejor los gustos del público local, lo cual hace que quizás Tsui Hark sea más completo, ya que Yimou se centra más en el público chino. Desde luego ambos son de los mejores de China.

CineAsia: ¿Es muy diferente coreografiar para una comedia como “Shaolin Soccer” o para un wuxia tan serio como es “Hero”?

CST: Para mí no representa una diferencia de estilo ya que tampoco yo me defino estilísticamente hablando por una cosa en concreto. Colaboro con diferentes directores y depende de lo que exige cada película, cada director, plasmo mis ideas en las acciones, ya sea humor o películas más serias, pero para mí no es que sea un choque frontal o una frontera que deba traspasar. Empecé como actor de niño, a los 8 años, y ahora tengo cerca de 60, así que llevo más de 50 años trabajando en el mundo del cine, desde películas en blanco y negro hasta la actualidad, entonces para mí es ‘casi todo’ normal, ya he visto de todo (risas). Lo que no quiero es tener un estilo propio ya que todo estilo muy marcado será sobrepasado con el tiempo, por eso me gusta ir evolucionando. Quiero que en cada una de mis películas se vean elementos nuevos, no me importa realmente que no se identifique a primera vista con mi trabajo anterior, la cuestión es evolucionar.

CineAsia: Ha trabajado detrás de las cámaras como director, ha sido coreógrafo de acción y ocasionalmente ha hecho de actor, ¿qué le gusta más?

CST: Sin duda ser director. Para mí hacer las veces de director de acción ya es como una especie de relax, no me preocupo tanto. Entre película y película como director intercalo algunos trabajos en donde solo actuó como director de acción a modo de descanso.

CineAsia: Ha coqueteado también con la industria de Bollywood en India, donde coreografió las escenas de acción de “Krrish” con Hrithik Roshan, ¿cómo fue la experiencia?

CST: Pues mira, fue también que en Noviembre viajaré otra vez a la India para trabajar en la segunda parte de Krrish. Esta película en India fue todo un éxito, ha ganado premios y demás, y en Diciembre comenzaremos el rodaje de la segunda parte. En principio acudí sólo en calidad de director de acción, pero realmente me pidieron muchos consejos durante la producción y en muchas escenas ejercí directamente como director. Pero en esta segunda parte, para descansar un poquito, he pedido hacer solo el papel de director de acción. De todos modos, aunque vaya a ejercer este rol, realmente siempre se acaba interviniendo más allá de él, ya que te piden consejos y acabas actuando como director en algunas escenas, no tengo tampoco una mentalidad muy rígida a este respecto.

Por ejemplo, una cosa que mucha gente no sabe: en la ceremonia de las Olimpiadas de Pekín, la parte de la antorcha, fue idea mía. El director general de la ceremonia fue Zhang Yimou y me consultó cuál podría ser una manera de llevar la antorcha y se me ocurrió esto.

CineAsia: ¡Vaya, toda una sorpresa! Ya no hay tiempo para más (viendo las señas del coordinador de entrevistas del festival). Muchísimas gracias por concedernos parte de su tiempo y muy felices de haber podido charlar con usted.

CST: Muchas gracias por su entrevista, porque demuestra que ustedes saben de lo que hablan y no han venido aquí a preguntar bobadas.

Colorados (literalmente) y gratamente ‘emocionados’ después de estas palabras, nos hicimos unas cuantas fotos con Ching Siu-Tung y nos despedimos… hasta siempre maestro…

Por Gloria Fernández (CineAsia) y Jorge Endrino (Asiateca)

lunes, 12 de septiembre de 2011

Hablamos con: Yoshihiro Nishimura, el rostro de la Sushi Typhoon en Sitges 2010

Sí, sí... Ya lo sabemos, mucho hemos tardado en publicar esta entrevista que tuvimos la oportunidad de realizar el año pasado en el Festival de Sitges a Yoshihiro Nishimura… Pero cuando ya se pasa la ocasión después del evento, buscas la manera de que encaje y ahora que falta a penas un mes para el desembarco de nuevo en Sitges, hemos pensado que sería un buen aperitivo…

Así que, después de la ‘master class’ a la que asistimos el día anterior de Nishimura en el Sitges-Fórum (donde maquilló a una pobre voluntaria a la que dejó como si su novio le hubiera pegado una paliza), os dejamos con el encuentro que nuestros amigos de Asiateca y CineAsia tuvieron con el director, tomando una cervecita (solamente él y su mujer… que nosotros estábamos trabajando, por supuesto) en la terraza del Hotel Melià de Sitges. ¡¡Que la disfrutéis tanto como nosotros nos reímos (ya desde el inicio, pues Nishimura se presentó a la cita con el ya consabido por todos vosotros “muñeco-feto con cordón umbilical colgando”)!!

Háblenos de los rodajes y los montajes de sus películas: ¿cómo lo hace?

Las películas las ruedo en 2 semanas durante las cuales no duermo. No hay otra forma, porque no hay presupuesto. Si no lo haces así, no te aceptan el producto. La postproducción de mis películas la hago yo en mi taller con un equipo máximo de 5 personas dependiendo de las necesidades que tenga de colaboración por su parte. Por ejemplo, el montaje de Mutant Girls Squad me duró 3 días.

¿Y qué nos dice de los presupuestos con los que se maneja? ¿Cómo consigue su financiación?

Sobre los presupuestos de mis películas, depende, por ejemplo, Tokyo Gore Police costó 35 millones de yens (318.000 €) de los cuales un millón y medio (14.0000 €) fueron para maquillaje; sin embargo, en Hell Driver, teníamos más: el coste total fueron 50 millones de yens (455.580 €) y para maquillaje y efectos contamos con 16 millones (casi 146.000 €).
Sobre la financiación: fue algo más fácil conseguir dinero para mis películas después de la realización de Machine Girl, pues encontramos que se podía explotar este género en el mercado internacional y con la venta de dvds fuera de Japón.

¿De dónde provienen esos universos tan ‘extraños’ que crea?

La inspiración me viene en los bares, bebiendo con mis amigos (risas); por ejemplo, el avión de HellDriver se me ocurrió en una de esas tardes de bares (más risas).

¿Nos puede hablar de los actores de sus películas?

Trabajo con actores no profesionales, casi siempre son ‘idols’ de revistas, con lo que para ellos siempre es positivo salir en una película y trabajar en cine, aunque ahora ya hay actores profesionales que quieren trabajar en este tipo de producciones.

En HellDriver repite con la actriz Eihi Shiina que ya trabajó con usted en Tokyo Gore Police...

Sí, me gustan los personajes femeninos en mis películas, esa tendencia a que las mujeres sean y lleguen a más. Sobre lo de volver a trabajar con Eihi Shiina: ella quería probar papeles distintos, así que como en Tokyo Gore Police tuvo el papel de buena, en HellDriver le dimos el de malvada reina de los zombis.

Sus películas tienen un todo de ‘irrealidad’ bastante acentuado… ¿lo hace a propósito?

No me gusta el exceso de realismo en mis películas de ahí que la violencia sea poco creíble, no quiero un realismo como el que sí utiliza Sion Sono en su cine, quiero otra cosa y lo hago expresamente así porque me gusta, simplemente.

¿De dónde le viene su vocación por los efectos y el maquillaje?

Siempre me ha gustado el maquillaje, desde el instituto. Cuando era adolescente iba haciendo mis pinitos, también en el cine. Desde luego mi referencia siempre fue Tom Savini porque era la época en la que veía sus películas (y el encontrármelo estos días aquí también en el Festival de Sitges… pues imagínate).

Está visto que internacionalmente sus películas gustan (de ahí su paso continuo por festivales), pero, ¿cómo se reciben sus películas en Japón?

En Japón mis películas no son muy populares. A la gente de mi generación sí que les suelen gustar, pero a los más jóvenes no y hubo un motivo: en Japón en los años 80 hubo un asesinato brutal y el que lo cometió tenía posters de películas ‘splatter’ colgados en su habitación; la gente dijo que cometió el crimen debido a su influencia… En fin, el público de Japón no se toma mis films a risa, se los toman en serio, no se ríen como os podéis reír aquí en Europa. Por ponerte un ejemplo de público en una de mis películas: en todo Japón, Tokyo Gore Police sólo fue proyectada en una única sala y una sola vez, así que calculo que la fueron a ver unas 100 personas. No, no les gusta mucho este tipo de cine. De todos modos, si mis películas gustan fuera de Japón, es más fácil que luego las acepten más dentro, eso significa que puedo obtener mayores presupuestos.

¿Cuál es su intención a la hora de realizar sus películas?

Mi intención no es otra que la gente se ría y se lo pase bien, pero en el fondo en mis películas siempre hay un tema central y una crítica importante. Por ejemplo, en Mutant Girls Squad, el tema es el del racismo en Japón; Tokyo Gore Police es una crítica a la policía de Tokio; y Hell Driver es una crítica general a la sociedad japonesa (la dualidad de Japón: los zombis los matan en un sitio y los protegen a la vez en otro).

¿Es consciente que en algunos medios le suelen llamar ‘el Takashi Miike de la década de los 2.000’ (es decir, que usted representa hoy en día lo que Miike representó en los años 90)?

Takashi Miike es mi maestro, es el amo. La verdad es que no tengo conciencia de estar haciendo lo que él hizo en los 90… No, no lo había pensado, la verdad, pero gracias.

¿Qué tienen en común los excesos de sus películas y los chorros de sangre con los valses clásicos y el J-pop?

Me encantan los chorros de sangre, me divierten muchísimo y la música la escojo en función de mis sensaciones, de lo que siento cuando explota el chorro, de ahí me sale utilizar esa música (como pasa en Vampire Girl vs. Frankenstein Girl).

Nos da la sensación de que en realidad los integrantes de la Sushi Typhoon (con Miike a la cabeza) son una ‘panda de amiguetes’ que se lo pasan en grande haciendo este tipo de películas…

Sí, somos una panda de amigos que nos divertimos juntos haciendo lo que hacemos. Sobre todo tengo una amistad especial con Noboru Iguchi. A Yamaguchi lo conocí en Meatball Machine y después con Sakaguchi hicimos un cortometraje los tres juntos. De ahí lo de seguir trabajando juntos, por ejemplo en Mutant Girls Squad, Iguchi se encargó del guión y la dirección, yo era el responsable del maquillaje y los efectos especiales y Sakaguchi coreografió la acción de la película… Aunque realmente Iguchi en el rodaje no es que hiciera mucho, sólo aguantar la manta que tapaba a la actriz y ella le decía todo el rato que no hacía falta (ja, ja, ja…).

Hemos visto Hell Driver y la cantidad de planos que tiene la película es verdaderamente impresionante. ¿Qué nos puede decir al respecto?

Sí, Hell Driver tiene multitud de planos: yo escribí y dibujé todo el storyboard y me salieron 3.000 viñetas, de las cuales 800 de las secuencias tenían efectos especiales (esas escenas también las escribí yo) que costaron unos 8 millones de llenes (unos 72.000€)… Así que una secuencia viene a salir por unos 90 € más o menos, o sea, lo que te cuesta comprarte 3 camisetas en alguno de los stands del Festival de Sitges (ja, ja, ja…).

Tokyo Gore Police es, en verdad, una revisión nueva de un mediometraje que realizó a mediados de los 90, Anatomia Extintion… ¿Cómo surgió la idea?

Pues cuando trabajé en The Machine Girl, conocí al productor Yoshinori Chiba quien me dijo que quería volver a trabajar conmigo y yo le propuse el proyecto de realizar Anatomia Extintion pero de forma más profesional y más moderna. El productor ya había visto Anatomia Extintion y le gustó, tanto este mediometraje, como la idea de trabajar en una cosa nueva. Así que fue muy fácil llegar a un acuerdo.

Ha trabajado con Sion Sono, Kiyoshi Kurosawa… ¿Qué nos cuenta de estos maestros?

Sion Sono es muy amigo mío desde hace mucho tiempo, desde cuando empezábamos los dos, hace muchos años que nos conocemos. Cuando estábamos sin un duro, nos quedábamos en mi casa viendo películas ‘splatter’. A Sion Sono no le interesaban mucho, pero yo le convencí para que hiciera una, y así empezó, la primera fue Suicide Club. Takashi Miike es otra cosa, es mi gran maestro, es demasiado para mí.

Con Kiyoshi Kurosawa coincidí en un rodaje de promoción de un anuncio de una película suya, donde además de los efectos y tal, hice de ayudante de dirección. Allí precisamente la conocí a ella (dice señalando a su mujer que ha estado a su lado durante toda la entrevista), a mi mujer, pues era la estilista del anuncio y también fue la diseñadora del vestuario de la película Electric Dragon 80.000 V.

¿Habrá segunda parte de Tokyo Gore Police?

Pues los derechos de Tokyo Gore Police 2 los tienen los americanos, con lo cual veo más fácil que se haga en EEUU que en Japón. Sí, en Japón va a ser más complicado y difícil.

Y ya que ha mencionado a los EEUU, ¿cree que alguna vez podría trabajar en tierras americanas?

Trabajar en Estados Unidos me gustaría, aunque lo veo sinceramente un poco difícil porque tendría que cambiar mi manera de trabajar completamente: rodar 200 ó 300 secuencias en un día como hago ahora en Japón, eso es totalmente inviable en los USA.

¿Qué tal su paso por España, por el Festival de Sitges? ¿Qué tal el público español?

Es la primera vez que viajo a Europa, con lo que la primera vez para mí en España. La verdad es que estoy muy contento de estar aquí en Sitges porque (entre risas y risas) ‘no sólo hay carne, sino también todo tipo de comidas variadas’.

Veo también una diferencia entre públicos: creo que en EEUU, el público sólo busca diversión: si algo es divertido, ya vale; el público europeo, en cambio, va más allá, busca algo más que una simple diversión.

Y para terminar… ¿Se ve toda su vida haciendo este tipo de películas; dónde se imagina usted dentro de 10 años?

De aquí a 10 años seguramente estaré haciendo otro tipo de películas, como por ejemplo películas de “noodles” (gastronómicas) o bien explorando otros géneros en programas de televisión como comedias de amor con chicas en bikini.
Risas y más risas después de esta última contestación… en fin, en la misma tónica que ha sido toda la entrevista… Muchas gracias Yoshihiro Nishimura… nos lo hemos pasado en grande compartiendo este rato con usted… ¡¡Por muchos años Sushi Typhoon!!

Jorge Endrino (Asiateca) & Gloria Fernández (CineAsia)

jueves, 4 de agosto de 2011

Entrevista al director japonés Masahiro Kobayashi. Festival Cines del Sur de Granada. 2011.

Masahiro Kobayashi:”En Japón existe un boicot hacia mis películas”

La presencia del reconocido cineasta japonés en la quinta edición del Festival Cines del Sur de Granada hizo brillar, aún más si cabe, la proyección de su película Haru´s Journey en la sección oficial del certamen. CineAsia tuvo el privilegio de compartir con él una larga, al igual que intensa y reveladora, entrevista que puso de manifiesto lo que ya muchos vislumbramos a través de su filmografía: la increíble carga de humanidad y compromiso social que se esconden tras la figura de este enigmático director.

CineAsia: ¿Existe un antes y un después de Haru’s Journey tras el terremoto? ¿Cómo la concibió en un principio y cómo la ve ahora?

Kobayashi: Para mí el concepto no ha cambiado mucho ya que la película se rodó antes de que se produjera el tsunami, de modo que el contenido y el mensaje de la historia siguen siendo los mismos. Sin embargo, no puedo negar que tras esta tragedia el film ha atraído mucho más la atención. Lo que realmente me interesaría es averiguar si el protagonista de mi anterior película, Wakaranai, se encuentra a salvo.

CineAsia: ¿Acaso quiere decir que vivía en la zona afectada?

Kobayashi: Sí, así es. Cuando presenté Wakanarai en Locarno le propuse volver a reunirnos en el futuro para rodar una continuación de la película, pero entonces llegó Haru´s Journey y detuve el proyecto. No he vuelto a saber nada de él y me siento preocupado por saber si está bien.

CineAsia: En casi todas sus películas hay una muerte, un dolor, pero también se entiende como una liberación para aquellas personas que quedan después (la nieta de Haru’s Journey podrá ir a Tokio; en Bashing la hija podrá volver a Irak; en Wakaranai el hijo se libera de la responsabilidad de la madre)… ¿Cómo entiende usted la muerte?

Kobayashi: Difícil pregunta. Hay un dicho que dice que la muerte es una de esas pocas cosas que nadie puede experimentar para luego volver a venir y contarlo, de ahí mi curiosidad por indagar en este tema. A medida que me hago mayor y me voy acercando cada vez más a mi propio fin, mi interés por retratar la muerte va en aumento. De hecho el protagonista de mi próximo proyecto también acaba muriendo.

CineAsia: Cuando presentó The Rebirth en el Festival de Las Palmas comentó que hizo la película como una especie de terapia para salir de una profunda depresión, fue como un renacimiento; ¿siente que con Haru’s Journey le ha pasado lo mismo, ha “nacido” de nuevo?

Kobayashi: Es cierto que tras la película sí he vivido un despertar de esa apatía en la que estaba sumido. Ahora he comprendido que ante situaciones como ésta uno no puede quedarse sentado sin hacer nada, ha de moverse y éste es el impulso que me lleva a seguir trabajando. En cuanto a la posibilidad de un renacimiento tanto mío como de mi propio país, sinceramente, tengo serias dudas.

CineAsia: ¿Por qué esa desconfianza en la recuperación de su país? ¿No es cierto que ya lo demostraron en otros momentos de la historia y con éxito?

Kobayashi: Creo que nunca ha habido tal renacimiento. No importa lo que ocurra, los japoneses nunca cambian, por eso desconfío de que en Japón se pueda dar un movimiento de globalización o internacionalización porque aún seguimos teniendo la mentalidad hermética de una isla. En mi país llamamos a esta forma de vivir y pensar el ‘fenómeno Galápagos’ haciendo referencia a los pájaros dodos que vivían en estas islas. Los dodos acabaron extinguiéndose y aunque evolucionaron para subsistir dentro de su hábitat nunca aprendieron a volar y jamás salieron de allí.

CineAsia: Sin embargo, todos hemos visto la gran solidaridad que ha demostrado su pueblo tras esta última catástrofe.

Kobayashi: Sí, probablemente tenga razón pero la actitud de los líderes políticos en Japón tras este suceso deja mucho que desear. Lejos de defender las bases de la democracia y mostrar una actitud de respeto hacia el pueblo lo que están haciendo es lanzar mensajes exculpatorios delegando la responsabilidad total y absoluta sobre los ciudadanos, ya que según dicen, fueron éstos los que los eligieron como líderes.

CineAsia: Uff… Podríamos estar hablando de estos temas largo y tendido, pero vamos a volver a su cine y a su última película: ¿cómo es trabajar con un actor mítico como Tetsuya Nakadai que, además, a sus casi 80 años, hace una actuación impresionante?

Kobayashi: Trabajar con actores que te superan en fama no es tarea fácil porque muchos se vuelven arrogantes y te exigen cambiar el guión si una frase no les convence. Este tipo de percances puede suponer el éxito o fracaso de una película, así que confieso que cuando pensé en Nakadai para hacer el papel me preocupaba que tuviera este tipo de actitud. Por eso cuando le envié el guión le pedí por favor que me diera su opinión y si necesitaba modificar algo que lo hiciera antes y no durante el rodaje. Me contestó que el guión le parecía perfecto, que no pretendía alterar absolutamente nada. Todo parecía ir tan sospechosamente bien que aún no estaba del todo convencido. Fue al conocerlo personalmente cuando todas mis dudas se desvanecieron. Como profesional lo admiro y respeto porque se involucra muy seriamente en todo lo que hace. A nivel personal es alguien que trasmite muchísima ternura y humanidad. Ha sido una gran experiencia conocerle, de hecho tenemos previsto seguir trabajando juntos en mi próxima película.

CineAsia: Ha tardado más de 10 años en rodar Haru’s Journey, ¿qué le llevó a guardar el guión durante tanto tiempo?

Kobayashi: Mi intención era rodar una película al estilo Cuentos de Tokio para homenajear la figura de la familia tradicional japonesa. Sin embargo, tras el atentado del 11 de Septiembre las películas que verdaderamente llamaban la atención en los festivales internacionales eran las que iban cargadas con una temática algo más política. Comprendí que el proyecto, por aquel entonces, no tenía muchas posibilidades de prosperar. A eso hay que unirle las dificultades que encontré a la hora de conseguir financiación para el film. Me lancé a trabajar en otras películas pero nunca olvidé el guión de Haru´s Journey. A lo largo de estos años lo he ido modificando y adaptando hasta conseguir lo que veremos hoy.

CineAsia: Entre Sunji Iwai, Hirokazu Kore-eda y Naomi Kawase, ¿de quién se siente más cercano?

Kobayashi: Hoy en día es muy difícil aportar algo nuevo, por eso me limito a montar collages de las películas que he visto y tanto respeto, pero con un tono de parodia. Mis personajes son personas corrientes que utilizo para hablar de temas sociales y políticos. Me valgo de ellos para poder expresarme y escribir sobre la situación personal que estoy atravesando en ese momento, como hice con Bashing.

CineAsia: En todas sus películas la ‘repetición’ y las ‘rutinas’, como mostrar siempre a personas comiendo, comprando, etc., son muy evidentes, ¿por qué le gusta mostrar acciones cotidianas y repetirlas?

Kobayashi: Durante mi adolescencia probé a ser cantante de música folk japonesa y el hábito de tener un estribillo en las canciones me influyó de tal manera que acabé adoptándolo en mi manera de hacer cine. Para mí no tiene ningún interés el contar una historia de corrido. Considero que es necesario aportar estos inútiles, aburridos y cotidianos lapsus de tiempo que, indiscutiblemente, por muy tediosos y carentes de acción que parezcan, forman parte de la vida misma. Cada vez que inicio un guión nuevo siempre me digo que no volveré a hacer uso de estas repeticiones pero al final acabo recurriendo a ellas porque es así como me gusta contar las historias.

CineAsia: En la mayoría de sus películas retrata y critica el rechazo social que experimentan sus protagonistas, ¿se ha sentido usted alguna vez así?

Kobayashi: Sí, así es. Cuando mi segunda película llamó la atención en Cannes la industria cinematográfica en mi país en lugar de darme la enhorabuena me recibió con una actitud un tanto agria. Querían saber cómo una producción tan modesta, sin apenas recursos había podido triunfar en un festival tan prestigioso. Llegaron incluso a preguntarme que con cuántos hombres había tenido que dormir para conseguir tal reconocimiento. De hecho, tras el éxito de mi trabajo en Europa, he tenido que sufrir el boicot y las trabas que la industria japonesa ha impuesto en la realización de mis films. Este hecho me afectó profundamente y siempre lo he llevado conmigo. En Japón existe un dicho que habla del rechazo que experimentarás de los demás si intentas sobresalir en algo. En cierto modo creo que yo he sido una víctima de esta mentalidad.

CineAsia: El silencio también es un recurso muy utilizado en sus películas… ¿cuál es la razón que le induce a utilizarlo y cómo trabaja con él?

Kobayashi: En primer lugar si la película contiene muchos diálogos, a la hora de subtitularla se necesita más presupuesto (ja, ja, ja). Sin embargo, esto no quiere decir que rechace los guiones con mucho texto, no, al contrario, de hecho hay muchos trabajos que me gustan por sus abundantes diálogos. Cuando hice The Rebirth me propuse volver a los orígenes del cine mudo, prescindiendo de todo sonido e incluso de la música. Pero lógicamente hacer algo tan drástico no siempre resulta rentable: al final tienes que utilizar algún elemento sonoro porque si no el público en la sala acabaría durmiéndose y el libreto de tu guión apenas ocuparía unas cuantas hojas. Con simples anotaciones describiendo los movimientos de los protagonistas no se puede rellenar una película de 90 minutos. Al final, en mayor o menor medida, hay que recurrir a los diálogos.

CineAsia: La película más distinta de su filmografía puede que sea White Night, rodada en Francia y posiblemente en la que más hablan, es como una isla, ¿cómo fue esa experiencia?

Kobayashi: Sí, es cierto, White Nights se puede definir como una isla apartada de todo. El guión de esta película lo escribí hace 25 años después de regresar de un viaje a Francia. Un año antes mi madre había muerto y decidí dedicárselo a su memoria. Durante muchas ocasiones estuve tentado de cambiarlo porque lo escribí cuando tenía 32 años y me parecía un tanto infantil pero decidí conservar la esencia de mi yo más joven e inexperto y lo dejé tal cual. Que el film viera la luz fue meramente fortuito: un día un actor me comentó si tenía algún guión en el que pudiera trabajar y le mostré esta antigua historia que llevaba conmigo más de veinte años. Así es como nació White Nights.

CineAsia: En la carta que leeremos esta noche en la presentación de su película Haru’s Journey, dice que quiere dar coraje para seguir viviendo y aprovechar para renovarse como cineasta. Al hilo de esto, ¿qué puede decirnos sobre sus próximos proyectos?

Kobayashi: Pienso que después de la catástrofe del 11M las películas en Japón deben enfocarse y contar algo diferente a lo que se estaba haciendo hasta ahora. Yo mismo pienso unirme a esta manera de trabajar. En cuanto a mi próximo proyecto, he pedido a Tetsuya Nakadai que de nuevo colabore conmigo y en cuanto pueda ajustar su agenda y la financiación salga adelante nos pondremos a rodar juntos. La historia trata sobre la vida de un anciano enfermo de cáncer que decide encerrarse y sellar la puerta de su habitación con el fin de morir poco a poco de inanición. La idea la tomé de una noticia real que ocurrió en Japón sobre una familia que estuvo usurpando la pensión del padre ya fallecido y de cuya muerte no habían informado.

Admito que mi juicio, valoración y opinión sobre el director nipón Masahiro Kobayashi ha cambiado con esta entrevista y la hora y media larga compartida con él… de hecho, se ha hecho grande y hermosa… como mi admiración por él. Por muchos años… maestro.

Entrevista realizada por Rocío Vázquez y Gloria Fernández.


miércoles, 20 de julio de 2011

Entrevista al director indio Raj Kumar Gupta: Festival de Granada - Cines del Sur

En el pasado Festival de Granada-Cines del Sur, bajo el marco incomparable de la Alhambra, y más concretamente tranquilamente sentados en la recepción del Teatro Isabel la Católica, nuestros amigos de Asiateca y CineAsia, tuvimos la oportunidad de charlar largo y tendido con el director indio Raj Kumar Gupta. Qué podemos decir para trasmitiros el “buen rollito” (‘feeling’ dirían los angloparlantes) que hubo: pues simplemente comentaros que a esa entrevista se sucedió un paseo por Granada, una tarde compartida en una hermosa tetería moruna y un viaje extendido después a Barcelona, donde seguimos disfrutando de la compañía encantadora del buen, “amigo ya”, Raj Kumar.

Aquí os dejamos la entrevista, para que la disfrutéis y saquéis vuestras propias conclusiones.

CineAsia: No One Killed Jessica está basada en un hecho real acontecido en India en 1999. ¿Cómo ha enfocado la realización de esta película: se ha ceñido a los hechos reales o éstos son sólo la base para su ficción?

Gupta: Como sabéis este fue un caso muy importante que en 1999 tuvo una gran repercusión mediática y dio lugar a ríos de tinta. Esta chica, Jessica, es asesinada en un bar-discoteca donde hay 300 personas y nadie dice haber visto al asesino y, por tanto, se comete una injusticia porque precisamente el asesino es alguien de una familia que tiene muchísima influencia política. Se niega justicia a esta familia, a la víctima, y por tanto mucha gente, gente normal y corriente como vosotros o como yo, alza la voz y se inicia un gran movimiento.
Mi inspiración a la hora de hacer esta película viene del hecho en sí, pero al ser un acontecimiento tan difícil tuve que investigar y documentarme mucho, de hecho pasé mucho tiempo con la hermana de la víctima, más de un mes hablando con ella para conocer cómo era Jessica, cómo creció, cómo fue su infancia... me documenté e investigué bastante. Además al ser un acontecimiento de tanta repercusión había mucho material escrito que facilitó todo el tema de la documentación. Lo que había que hacer era llevar estos hechos al cine y la decisión de hacerlo fue porque ya se habían hecho documentales incluso en las noticias. Como todos sabemos a veces los noticiarios crean melodramas, cuentan los hechos de manera melodramática, pero yo quería llevar toda mi investigación al cine.
Hay elementos de ficción como el personaje de la periodista que, aunque es real, no fue del todo así: los medios de comunicación hoy en día tienen una gran influencia y de alguna manera fueron, en aquel momento, los que sacaron a la luz y dieron tanta magnitud al suceso; pero en la película, claro, no podía incluir a 100 o a 1.000 periodistas en la trama, sino que opté por que una periodista finalmente fuera la que representara el papel de los medios en la historia. Pero es cierto que los personajes, la víctima y otros detalles están inspirados en la realidad. Si tuviera que dar un porcentaje quizás el 75% es realidad, el 25% restante es ficción.

CineAsia: El caso de No One Killed Jessica no se resolvería hasta 2006 y creó una nueva jurisprudencia al respecto de este tipo de temas, ¿no es así?

Gupta: Sí, es cierto que fue un caso que tardó 7 años en dictarse una sentencia final. Cuando hablé con la familia me comentaban esto mismo, que fue un proceso muy largo y doloroso. En cierto modo, puede ser algo normal, porque en este tipo de casos la justicia puede llevar su tiempo, pero sí que, por la naturaleza del caso y por el hecho de que todos los implicados hubieran sido liberados en una primera sentencia y que estuvieran en la calle, fue por lo que mucha gente se indignó, se echó a la calle y protestó porque se sentía en la piel de la víctima y veía que se le negaba justicia a la familia pero también a la sociedad. Finalmente el caso se reabrió y esto fue algo extraordinario, la segunda vez que algo similar pasaba en la India, que se reabriera un caso por las protestas y la presión de la calle. He intentado de alguna manera mostrar ese largo lapso de tiempo en la película, es difícil pero hay elementos cinematográficos para intentar conseguirlo.
Aparte de la jurisprudencia que surgió, quería añadir que el movimiento social también influyó muchísimo: cómo se fueron realizando protestas durante estos 7 años y sobre todo las protestas con velas, que provocaron que, después de este caso, todo el mundo saliera con velas para protestar por cualquier cosa, por lo que esto tuvo una influencia e hizo ver a la sociedad india que no está mal protestar cuando hay una injusticia.
Volviendo al tema de la película también pienso que de alguna manera dio voz a una clase media india que es capaz de expresarse, que conoce los mecanismos para hacerse oír, y eso también fue un cambio importante que conllevó el caso.

CineAsia: Tanto en Aamir, su anterior film, como en No One Killed Jessica, introduce a actores poco conocidos para la gran pantalla (Rajeev Khandelwal en Aamir, conocido en TV pero no en cine, y la “Jessica” de la película que nos ocupa) pero que luego resultan ser unas grandes revelaciones y promesas... ¿le gusta apostar por nuevos rostros?

Gupta: La verdad es que creo que hay muchísimo talento en el cine indio, que hay muchos actores que no son tan famosos y que tienen mucho que ofrecer. Mi idea a la hora de hacer mis películas es mostrar estos nuevos talentos de manera que además ellos traigan al rodaje mucha energía positiva, porque son gente que quiere hacer muchísimas cosas, está muy motivada y por tanto eso ayuda mucho en el rodaje, aparte de que no se quejan ni me discuten mucho (ja ja ja). Tienen hambre de hacer cosas por un lado, pero por otro no cuestionan tanto al director. Toda esa motivación la verdad es que ayuda mucho durante el rodaje, creo que hay mucho talento no explorado en el cine indio, aparte de que me gusta ver rostros frescos y nuevos en las películas. Además hay una decisión personal en este tema: en Aamir yo quería que el protagonista fuera un personaje sobre el cual el público no tuviera ya una noción previa, que no le viera con un bagaje cinematográfico, que fuera alguien desconocido, alguien normal como cualquiera de nosotros, y eso también ayuda a la hora de que la película tenga una conexión con esa realidad que quiere representar.

CineAsia: Pero sin embargo, para No One Killed Jessica ha contado con una de las grandes actrices de Bollywood: Rani Mukerji, ¿cómo es trabajar con una estrella de la industria bollywoodiense?

Gupta: La verdad es que no fue difícil y creo que la clave está en un brillante guión, un guión que cuando se lo pasamos a los representantes y a los actores les emocionó y, antes de ver mi cara (ja ja ja), dijeron que sí. El guión ayudó enormemente y también, por supuesto, el éxito de mi anterior trabajo que hizo que confiaran en mí como director. Cuando le pasé el guión al equipo de Rani Mukerji y de Vidya Balan lo aceptaron y por supuesto se interesaron en cómo iba a tratar esa idea: el hecho de que fuera una historia real, mi bagaje como director y el haber conversado conmigo ayudó a que se metieran de lleno en el proyecto y no hubo ningún problema. Por esto al final la película salió bien y a la gente le sorprendió ver cómo un tema en el que hubiera tantas protagonistas femeninas, que es algo que parece que todavía no funciona muy bien en la India, funcionara tan bien y tuviera tanto éxito. ¿Por qué? Creo que la mezcla de guión, mi implicación y manera de ver la película y cómo nos relacionamos con todo el staff fue lo que hizo que funcionara.

CineAsia: En cierto momento de la película usted hace un cameo gritando al personaje de Rani “Marry Me!!!” ¿Estaba en el guión original o salió de forma espontánea? ¿Es cierto que es un gran admirador suyo?

Gupta: La verdad es que sí, soy un gran admirador de Rani Mukerji, pero sólo un admirador, nada más (ja ja ja). Esa frase estaba en el guión, no fue improvisada, pero lo que sí se improvisó fue la manera en la que se dijo en el rodaje. Teníamos que pensar qué actor lo iba a decir y pensando, incluso ella lo sugirió, dije: “yo mismo lo hago”. Eso sí que se improvisó y así es como salió finalmente.

CineAsia: La música está siempre muy presente en sus dos películas, es un elemento que destaca... La banda sonora de No One Killed Jessica (sobre todo en los títulos de créditos iniciales) es muy “indie”, muy rockera,  mucho más alternativa. ¿Qué nos puede comentar a este respecto?

Gupta: Tengo una idea que para mí es esencial en el cine: hasta que la música y los elementos de audio no se insertan la película, ésta no está acabada, porque la música añade muchísimo lenguaje y contenido a la misma. No One Killed Jessica está basada en una ciudad, Delhi, que es un centro político con muchas corrientes y donde todo el mundo, así lo dice la canción, todo el mundo es alguien el Delhi, porque eso es lo que pasa al fin y al cabo, todo el mundo conoce a alguien, todos tienen su pequeño espacio político y social en la ciudad como suele pasar en todas las ciudades del mundo que son importantes políticamente hablando, y en el caso de la India diría que es aún más especial. De manera que empezar presentando Delhi con una canción con ese contenido es situar al espectador, qué es lo que se va a encontrar en la ciudad. Además yo creo también mucho en todo lo que es independiente, nuevo, fresco y me gusta insertarlo en mis películas.
La música añade una especie de estado de ánimo, de los personajes, de lo que está pasando, ayuda a crear un entorno y creo que se puede ver muy bien durante la película. La música es un lenguaje universal, una forma de comunicarse sin palabras, y por eso le doy tanta importancia.

CineAsia: Ha sido usted asistente de dirección de Anurag Kashyap en los thrillers Black Friday y No Smoking... En su debut elije también el thriller con Aamir y ahora con No One Killed Jessica vuelve con un thriller dramático. ¿Qué le atrae del género negro? ¿Tiene pensado explorar nuevos géneros cinematográficos?

Gupta: No me gustaría quedarme restringido a un género concreto, la verdad es que a mí me gusta explorar con los formatos y con las maneras de contar historias. Esto se ve en mis dos películas: en Aamir trato la historia de una manera más política, con un contenido mucho más político, mientras que No One Killed Jessica tiene evidentemente un componente mucho más dramático y se puede considerar un thriller dramático como lo has llamado. Pero insisto en que no me gustaría quedarme encasillado en un género porque eso significaría que soy un realizador muerto, que ya no puede evolucionar. Lo que quiero hacer es explorar, explorar temas, explorar técnicas, explorar maneras de contar las historias. A mí me gusta escribir los guiones de mis propias películas pero también me gustaría dirigir una película cuyo guión sea de otra persona, para ver si soy bueno o no dirigiendo otros guiones, mi idea es la de seguir evolucionando.

CineAsia: Pero aunque el ciclo que programa el Festival se titule “Bollywood en Negro”, usted realmente se sitúa dentro de los directores del “off Bollywood”, o sea, fuera de los circuitos del mainstream, más cercano al cine independiente, y aún así sus películas están siendo un gran éxito.

Gupta: Soy muy afortunado por eso. Mis 2 películas han tenido un éxito de crítica y un éxito comercial lo cual es realmente una suerte. Sin embargo, quiero decir que el proceso de realización cinematográfica me gustaría que siempre tuviera un espíritu independiente y espero que siga siendo así, ahora eso no quita que yo como realizador, cualquier realizador quiere que sus películas las vea la gente, por mucho que uno haga películas independientes siempre quiere que se vean, en mi caso son películas independientes pero que la gente las ve.

CineAsia: En Aamir utiliza la cámara con un estilo muy cercano al cine documental o docudrama (cámara en mano), pero en No One Killed Jessica ha sido todo lo contrario ¿le gusta experimentar con los diferentes formatos cinematográficos?

Gupta: Sí, evidentemente: la exploración, la experimentación es una tónica en mis películas e intento experimentar en el rodaje, en el uso de la cámara tanto como sea posible. Como ejemplo, en Aamir el director de fotografía era un profesional que trabajaba para el National Geographic, lo cual era importante porque había que mostrar los espacios de una manera cercana y única y que fueran muy vivos, de manera que un director de fotografía que tuviera esta experiencia en el ámbito documental ayudó muchísimo a crear el ambiente que yo quería crear. En No One Killed Jessica, que era otro tipo de película, para mí había que mostrar un estado de ánimo, un viaje hacia la verdad, un viaje sobre cómo se va haciendo justicia y por tanto la cámara se tenía que tratar de otra manera. Pero no sólo me gusta experimentar con la cámara sino también con la música... con todos los elementos cinematográficos.

CineAsia: Siguiendo con Aamir, una pregunta quizás un poco incómoda. ¿Qué opina de la polémica sobre los parecidos entre el guión de Aamir y el de la película independiente filipino-americana Cavite?

Gupta: Realmente no me importa que me hagas esta pregunta porque ya me la han hecho muchas veces (ja ja ja). Nosotros no estuvimos inspirados por esta película porque la realidad es que escribimos el guión antes de que se estrenara Cavite. Sí que ocurrió que mi productor llegó un momento que me comentó todo esto que se estaba diciendo y lo que le dije es que no había visto esa película aún, que no la conocía, de manera que nuestro equipo de producción escribió a los realizadores de Cavite. Su respuesta fue, la verdad, muy educada: dijeron que no había problema, que de hecho entendían lo mal que lo pudiéramos estar pasando porque a ellos mismos se les estaba acusando de que Cavite era a su vez un remake de la película Nick of Time y de Cellular, o sea, que entendieron perfectamente la situación, nos dijeron que confiaban plenamente en nosotros. Por otro lado, en un mundo donde hay 6.000 millones de personas, no es raro que a dos personas se les ocurra lo mismo. Además hay que entender un poco la realidad de esa película: Cavite tuvo una producción muy pequeña, muy independiente, una magnitud bastante reducida.

CineAsia: ¿Qué le atrae tanto de las historias que convierten a personas normales en héroes (los llamados “Ordinary Heroes”)? De hecho, Aamir significa literalmente “líder”.

Gupta: Realmente me atrae mucho este tema y siempre me ha parecido interesante. Creo que no hay que ser un superhéroe y tener superpoderes para ser realmente alguien especial. Una persona se define por sus actos y esos actos pueden convertirlo de persona normal a héroe aunque no sea a nivel universal. Los actos que yo haga pueden convertirme en héroe o hacerme sobresalir dentro de mi círculo de amigos o conocidos, al igual que los actos que tú hagas pueden convertirte a ti en alguien especial para los tuyos, esa es la idea principal que me atrae.

CineAsia: Parece que su relación con la productora-distribuidora UTV está consolidada, ¿es así? ¿Qué podría contarnos de sus próximos proyectos con la distribuidora: Ghanchakkar y Rapchik? ¿Ambos guiones son suyos?

Gupta: Es cierto que la relación con UTV es excelente, siempre lo ha sido. Por comentarte el estado en el que están estos nuevos proyectos: el primero, Ghanchakkar, es una comedia negra situada en Mumbai, el guión está acabado y ahora mismo se encuentra en el proceso de selección del reparto; la otra película que has comentado, Rapchik, en todo caso se haría después de acabar Ghanchakkar pero actualmente se está terminando el guión. Ghanchakkar la estoy co-escribiendo junto a un actor y el guión de Rapchik sí que es mío.

CineAsia: ¿Qué le parece que un festival como Cines del Sur permita que el cine de su país se vea fuera de sus fronteras y se conozca fuera de la India?

Gupta: Por supuesto que es fantástico que ocurran estas cosas, no sólo con las películas sino, por ejemplo, con los miembros del jurado. Somos un jurado internacional, cada uno con su cultura, que viene de muchas partes del mundo y esto es algo muy poco usual y por lo tanto es muy recomendable. Me están gustando mucho las películas que estoy viendo, me gusta el lugar y me encantaría volver tantas veces como me invitaran, sin duda alguna. Además el hecho de que haya un público que ve las películas significa que aunque no estemos conectados físicamente, sí que hay un interés por conocer.

Muchísimas gracias Raj Kumar Gupta (“Raj” ya para los amigos) por compartir esos momentos con nosotros.

Por Jorge Endrino y Gloria Fernández