Sí, sí... Ya lo sabemos, mucho hemos tardado en publicar esta entrevista que tuvimos la oportunidad de realizar el año pasado en el Festival de Sitges a Yoshihiro Nishimura… Pero cuando ya se pasa la ocasión después del evento, buscas la manera de que encaje y ahora que falta a penas un mes para el desembarco de nuevo en Sitges, hemos pensado que sería un buen aperitivo…
Así que, después de la ‘master class’ a la que asistimos el día anterior de Nishimura en el Sitges-Fórum (donde maquilló a una pobre voluntaria a la que dejó como si su novio le hubiera pegado una paliza), os dejamos con el encuentro que nuestros amigos de Asiateca y CineAsia tuvieron con el director, tomando una cervecita (solamente él y su mujer… que nosotros estábamos trabajando, por supuesto) en la terraza del Hotel Melià de Sitges. ¡¡Que la disfrutéis tanto como nosotros nos reímos (ya desde el inicio, pues Nishimura se presentó a la cita con el ya consabido por todos vosotros “muñeco-feto con cordón umbilical colgando”)!!
Háblenos de los rodajes y los montajes de sus películas: ¿cómo lo hace?
Las películas las ruedo en 2 semanas durante las cuales no duermo. No hay otra forma, porque no hay presupuesto. Si no lo haces así, no te aceptan el producto. La postproducción de mis películas la hago yo en mi taller con un equipo máximo de 5 personas dependiendo de las necesidades que tenga de colaboración por su parte. Por ejemplo, el montaje de Mutant Girls Squad me duró 3 días.
¿Y qué nos dice de los presupuestos con los que se maneja? ¿Cómo consigue su financiación?
Sobre los presupuestos de mis películas, depende, por ejemplo, Tokyo Gore Police costó 35 millones de yens (318.000 €) de los cuales un millón y medio (14.0000 €) fueron para maquillaje; sin embargo, en Hell Driver, teníamos más: el coste total fueron 50 millones de yens (455.580 €) y para maquillaje y efectos contamos con 16 millones (casi 146.000 €).
Sobre la financiación: fue algo más fácil conseguir dinero para mis películas después de la realización de Machine Girl, pues encontramos que se podía explotar este género en el mercado internacional y con la venta de dvds fuera de Japón.
¿De dónde provienen esos universos tan ‘extraños’ que crea?
La inspiración me viene en los bares, bebiendo con mis amigos (risas); por ejemplo, el avión de HellDriver se me ocurrió en una de esas tardes de bares (más risas).
¿Nos puede hablar de los actores de sus películas?
Trabajo con actores no profesionales, casi siempre son ‘idols’ de revistas, con lo que para ellos siempre es positivo salir en una película y trabajar en cine, aunque ahora ya hay actores profesionales que quieren trabajar en este tipo de producciones.
En HellDriver repite con la actriz Eihi Shiina que ya trabajó con usted en Tokyo Gore Police...
Sí, me gustan los personajes femeninos en mis películas, esa tendencia a que las mujeres sean y lleguen a más. Sobre lo de volver a trabajar con Eihi Shiina: ella quería probar papeles distintos, así que como en Tokyo Gore Police tuvo el papel de buena, en HellDriver le dimos el de malvada reina de los zombis.
Sus películas tienen un todo de ‘irrealidad’ bastante acentuado… ¿lo hace a propósito?
No me gusta el exceso de realismo en mis películas de ahí que la violencia sea poco creíble, no quiero un realismo como el que sí utiliza Sion Sono en su cine, quiero otra cosa y lo hago expresamente así porque me gusta, simplemente.
¿De dónde le viene su vocación por los efectos y el maquillaje?
Siempre me ha gustado el maquillaje, desde el instituto. Cuando era adolescente iba haciendo mis pinitos, también en el cine. Desde luego mi referencia siempre fue Tom Savini porque era la época en la que veía sus películas (y el encontrármelo estos días aquí también en el Festival de Sitges… pues imagínate).
Está visto que internacionalmente sus películas gustan (de ahí su paso continuo por festivales), pero, ¿cómo se reciben sus películas en Japón?
En Japón mis películas no son muy populares. A la gente de mi generación sí que les suelen gustar, pero a los más jóvenes no y hubo un motivo: en Japón en los años 80 hubo un asesinato brutal y el que lo cometió tenía posters de películas ‘splatter’ colgados en su habitación; la gente dijo que cometió el crimen debido a su influencia… En fin, el público de Japón no se toma mis films a risa, se los toman en serio, no se ríen como os podéis reír aquí en Europa. Por ponerte un ejemplo de público en una de mis películas: en todo Japón, Tokyo Gore Police sólo fue proyectada en una única sala y una sola vez, así que calculo que la fueron a ver unas 100 personas. No, no les gusta mucho este tipo de cine. De todos modos, si mis películas gustan fuera de Japón, es más fácil que luego las acepten más dentro, eso significa que puedo obtener mayores presupuestos.
¿Cuál es su intención a la hora de realizar sus películas?
Mi intención no es otra que la gente se ría y se lo pase bien, pero en el fondo en mis películas siempre hay un tema central y una crítica importante. Por ejemplo, en Mutant Girls Squad, el tema es el del racismo en Japón; Tokyo Gore Police es una crítica a la policía de Tokio; y Hell Driver es una crítica general a la sociedad japonesa (la dualidad de Japón: los zombis los matan en un sitio y los protegen a la vez en otro).
¿Es consciente que en algunos medios le suelen llamar ‘el Takashi Miike de la década de los 2.000’ (es decir, que usted representa hoy en día lo que Miike representó en los años 90)?
Takashi Miike es mi maestro, es el amo. La verdad es que no tengo conciencia de estar haciendo lo que él hizo en los 90… No, no lo había pensado, la verdad, pero gracias.
¿Qué tienen en común los excesos de sus películas y los chorros de sangre con los valses clásicos y el J-pop?
Me encantan los chorros de sangre, me divierten muchísimo y la música la escojo en función de mis sensaciones, de lo que siento cuando explota el chorro, de ahí me sale utilizar esa música (como pasa en Vampire Girl vs. Frankenstein Girl).
Nos da la sensación de que en realidad los integrantes de la Sushi Typhoon (con Miike a la cabeza) son una ‘panda de amiguetes’ que se lo pasan en grande haciendo este tipo de películas…
Sí, somos una panda de amigos que nos divertimos juntos haciendo lo que hacemos. Sobre todo tengo una amistad especial con Noboru Iguchi. A Yamaguchi lo conocí en Meatball Machine y después con Sakaguchi hicimos un cortometraje los tres juntos. De ahí lo de seguir trabajando juntos, por ejemplo en Mutant Girls Squad, Iguchi se encargó del guión y la dirección, yo era el responsable del maquillaje y los efectos especiales y Sakaguchi coreografió la acción de la película… Aunque realmente Iguchi en el rodaje no es que hiciera mucho, sólo aguantar la manta que tapaba a la actriz y ella le decía todo el rato que no hacía falta (ja, ja, ja…).
Hemos visto Hell Driver y la cantidad de planos que tiene la película es verdaderamente impresionante. ¿Qué nos puede decir al respecto?
Sí, Hell Driver tiene multitud de planos: yo escribí y dibujé todo el storyboard y me salieron 3.000 viñetas, de las cuales 800 de las secuencias tenían efectos especiales (esas escenas también las escribí yo) que costaron unos 8 millones de llenes (unos 72.000€)… Así que una secuencia viene a salir por unos 90 € más o menos, o sea, lo que te cuesta comprarte 3 camisetas en alguno de los stands del Festival de Sitges (ja, ja, ja…).
Tokyo Gore Police es, en verdad, una revisión nueva de un mediometraje que realizó a mediados de los 90, Anatomia Extintion… ¿Cómo surgió la idea?
Pues cuando trabajé en The Machine Girl, conocí al productor Yoshinori Chiba quien me dijo que quería volver a trabajar conmigo y yo le propuse el proyecto de realizar Anatomia Extintion pero de forma más profesional y más moderna. El productor ya había visto Anatomia Extintion y le gustó, tanto este mediometraje, como la idea de trabajar en una cosa nueva. Así que fue muy fácil llegar a un acuerdo.
Ha trabajado con Sion Sono, Kiyoshi Kurosawa… ¿Qué nos cuenta de estos maestros?
Sion Sono es muy amigo mío desde hace mucho tiempo, desde cuando empezábamos los dos, hace muchos años que nos conocemos. Cuando estábamos sin un duro, nos quedábamos en mi casa viendo películas ‘splatter’. A Sion Sono no le interesaban mucho, pero yo le convencí para que hiciera una, y así empezó, la primera fue Suicide Club. Takashi Miike es otra cosa, es mi gran maestro, es demasiado para mí.
Con Kiyoshi Kurosawa coincidí en un rodaje de promoción de un anuncio de una película suya, donde además de los efectos y tal, hice de ayudante de dirección. Allí precisamente la conocí a ella (dice señalando a su mujer que ha estado a su lado durante toda la entrevista), a mi mujer, pues era la estilista del anuncio y también fue la diseñadora del vestuario de la película Electric Dragon 80.000 V.
¿Habrá segunda parte de Tokyo Gore Police?
Pues los derechos de Tokyo Gore Police 2 los tienen los americanos, con lo cual veo más fácil que se haga en EEUU que en Japón. Sí, en Japón va a ser más complicado y difícil.
Y ya que ha mencionado a los EEUU, ¿cree que alguna vez podría trabajar en tierras americanas?
Trabajar en Estados Unidos me gustaría, aunque lo veo sinceramente un poco difícil porque tendría que cambiar mi manera de trabajar completamente: rodar 200 ó 300 secuencias en un día como hago ahora en Japón, eso es totalmente inviable en los USA.
¿Qué tal su paso por España, por el Festival de Sitges? ¿Qué tal el público español?
Es la primera vez que viajo a Europa, con lo que la primera vez para mí en España. La verdad es que estoy muy contento de estar aquí en Sitges porque (entre risas y risas) ‘no sólo hay carne, sino también todo tipo de comidas variadas’.
Veo también una diferencia entre públicos: creo que en EEUU, el público sólo busca diversión: si algo es divertido, ya vale; el público europeo, en cambio, va más allá, busca algo más que una simple diversión.
Y para terminar… ¿Se ve toda su vida haciendo este tipo de películas; dónde se imagina usted dentro de 10 años?
De aquí a 10 años seguramente estaré haciendo otro tipo de películas, como por ejemplo películas de “noodles” (gastronómicas) o bien explorando otros géneros en programas de televisión como comedias de amor con chicas en bikini.
Risas y más risas después de esta última contestación… en fin, en la misma tónica que ha sido toda la entrevista… Muchas gracias Yoshihiro Nishimura… nos lo hemos pasado en grande compartiendo este rato con usted… ¡¡Por muchos años Sushi Typhoon!!
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