Con un Teatro Cervantes repleto, Fancine daba ayer, algo pasadas las ocho y media de la tarde, la bienvenida a su 21ª edición. Una excelente noticia, el hecho de que un festival organizado por una Universidad pública, mantenga tras veintiún años de existencia, las señas de identidad, la ilusión y la exquisitez a la hora de preparar la gala inaugural, dirigida por Carlos Durán.
Una gala inaugural puede realizarse desde la excelencia “de medios”, o bien, como la que vimos ayer por la noche, desde la excelencia “de las ideas y del trabajo”. Una coreografía repleta de texturas y de contenido (esa revisitación al mundo de los superhéroes desde una perspectiva más social, a la búsqueda del héroe anónimo al que le ha tocado sobrevivir en la sociedad actual), complementada por el buen hacer de un grupo de jóvenes procedentes de distintos ámbitos universitarios (danza, comunicación audiovisual, derecho, psicología…) que desde los primeros compases en los que un saxo recordaba las notas de Blade Runner, cautivaron a la audiencia.
En la gala se rindió homenaje a dos actores del cine español: a la juventud, encarnada en Jimmy Barnatán (un rostro conocido desde su intervención en la serie de Los Serrano, pero que ya tiene unas cuantas películas en su haber, entre las que se encuentran: El Día de la Bestia, Torrente, El Corazón del Guerrero…) y por otra parte a la madurez de toda una carrera, a un Simón Andreu (uno de nuestros rostros más internacionales, que ha trabajado con directores de la talla de Milos Forman, Fernando Fernán Gomez, o Paul Verhoeven) que expresó su admiración ante el hecho de que una Universidad pública cuente con un festival como el que le rendía homenaje esta noche.
La gala se clausuraba con la proyección del cortometraje Matar a un Niño (una historia rodada en blanco y negro, con una técnica narrativa muy depurada y un guión sencillo pero contundente: Es domingo. El despertar de un día desgraciado. A las diez en punto un niño feliz, va a morir...). Para completar el programa se proyectaba el largometraje Wrecked (Michael Greenspan, 2011). Con un leit motiv que recuerda a Buried, pero en este caso con la acción que tiene lugar en el interior de un vehículo accidentado, y en el que el único superviviente, Adrien Brody, tendrá que ingeniárselas para poder sobrevivir y saber cómo llegó hasta allí.
¿Y tras la gala… qué? Tras la gala nos aguardan ocho días de una más que interesante programación que visita todas y cada una de las manifestaciones del cine fantástico. donde los espectadores podrán encontrar desde el gore de propuestas como Monster Brawl, o Inbred, al humor y la parodia de los zombies cubanos de Juan de los Muertos, pasando por el fantástico más real, el que a veces nos hace temblar más que los monstruos que se esconden bajo la cama, que desprenden títulos como Red State o The Chaser.
Una recomendación: que vayáis al cine… Disfrutad de la semana que os aguarda por delante. Y, eso sí, no os perdáis la premiere de la cinta india Ra.One… Porque los superhéroes... también bailan. Un film que promete emociones no vistas antes en una pantalla malagueña. ¡Feliz Fancine!
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