martes, 12 de octubre de 2010

13 Assassins: Hilo directo con Takashi Miilke

Entrevista y crítica de nuestro colaborador Martin Samper (desde Venecia 2010)


13 asesinos de Takashi Miike es el remake de una película rodada en 1963 por Eiichi Kudo. Tras la rápida ascensión al poder del cruel Naritsugu, un grupo liderado por Shinzaemon Shimada reúne a trece personas para matarlo y así repartir justicia. El director japonés hace una vez más muestra de su talento visual y opta por una violencia estilizada. La segunda mitad de la película, el encuentro entre las bandas de Naritsugu y Shimada, nos proporciona una espectacular batalla de cincuenta minutos.

Conversamos con Miike en el Fetival de Venecia.

¿Es el máximo sueño de cualquier director japonés hacer una película de samurai o chambara?
TM: Sí, es el sueño de cualquier director japonés, creo. Pero sí con mucho respeto a los códigos del género y sobretodo a los numerosos directores que lo han hecho antes que nosotros. No creo que podamos aportar realmente algo muy nuevo a este género, hay películas tan buenas que ya se han hecho.

¿Hasta qué punto esta película se acerca de la original?
TM: La historia es casi exactamente la misma. La única pequeña diferencia ha consistido en trabajar de nuevo el personaje del malo. Para que parezca todavía más antipático. Pero intentamos de todas maneras quedarnos lo más cercano al original.

¿Cuál es justamente el placer de hacer el remake de una película que le gusta mucho?
TM: En general, cuando haces una película, eres tu mejor público. Pero, cuando haces un remake así, tienes que pensar también en las intenciones que tenían las personas que hicieron la película original.Para que los que han creado el original no digan “Oh, Dios mío!” cuando vean la tuya.Estás orgulloso si sabes que ellos mismos no se sienten traicionados en su espíritu.

Aparte de la película original ¿Cuáles fueron las influencias sobre esta película?
TM:La mayor influencia es el hecho de que en aquella época era natural y normal para los estudios hacer este tipo de película. Hoy en día, aunque existan estudios similares o los mismos, no es la misma manera de trabajar, no hay localizaciones así, ni caballos tan bien formados como antaño. Los actores ya no están entrenados par este tipo de película, para subir a caballo, utilizar armas así. Para nosotros, el mayor reto era en realidad saber si éramos capaces de hacer algo como antaño.

Hay también similitudes evidentes con “Los 7 samurai”, ¿Qué es lo que cree que hacen mejor 13 asesinos que 7 samurai?
TM: “Los 7 samurai” es una obra maestra. Es realmente una película que ha influenciado a muchas otras, es uno de los mejores ejemplos en los que un director demuestra su genio y su talento. En ningún momento hemos intentando acercarnos o copiar esta obra maestra. La verdad es que ni nos lo hemos planteado ni cogido como referencia para intentar hacer algo igual.

Y volviendo a la película original ¿En qué considera que la ha mejorado?
TM: La razón por la que he hecho un remake no es que pensaba hacer algo mejor que la original.  No se trata de comparar en realidad. Mi intención es enseñar al público que los mismos sentimientos y las mismas emociones de los personajes pueden existir hoy en día. La película original es antigua pero creo que si quieres crear algo absolutamente novedoso y que se aleja demasiado de la película original, estás haciendo algo que no es lo que el público espera realmente. Vas a añadir elementos que a la gente no le interesa.

La película original era blanco y negro. ¿Por qué eligió hacer la suya en color?
TM: En un primer momento, planteamos rodarla en blanco y negro, pero hicimos pruebas de cámara y me sentía raro. No me sentía cómodo. Lo que hicimos al final fue buscar tonos más naturales, como los tonos de las pieles de los personajes. Tras varias charlas, el director de foto y yo preferimos buscar colores naturales.

¿Por qué hay tanta diferencia entre una primera parte muy tranquila y una segunda que es pura acción?
TM:Es la intención de hacer una primera parte la más tranquila posible con muy poca música y una fotografía menos destacada. Así el público - y los actores también - esperan y guardan su energía por esta subida de adrenalina que van a experimentar al final. En la primera parte, el público participa en los sentimientos de estos trece hombres. En realidad, en la batalla, es como si hubiese catorce personajes, los trece más el público. Esta primera parta es necesaria para que todos se concentren y se preparen para la segunda.

¿Cuál de las dos partes ha disfrutado más en dirigir y rodar?
TM: Toda la escena de la batalla se ha rodado después del resto de la película. En primer lugar, porque sabía que sería muy duro para los actores y también porque también se podían lesionar. En la primera parte, en la que el acting es muy importante, necesitaba tiempo para que los actores entraran en los personajes. Cuando tienes un papel de samurai, tienes que controlar mucho tus emociones, así que disfruté mucho de todo el rodaje de esta primera parte.
Sabía que, cuando íbamos a rodar la batalla, me tenía que olvidar de lo rodado anteriormente. Hasta los actores tienen que olvidar en parte su personalidad porque se trata de una lucha a vida o muerte y aquí se olvida de que es un grupo, cada uno lucha por su propia vida. Por lo tanto, hicimos hincapié también en diferenciar los combates de cada uno, para que haya una especie de explosión final.

Nos puede explicar más concretamente en cuántas semanas ha rodado la batalla y cómo se apañó para que cada una de las batallas dentro de la batalla y las muertes parezcan distintas.
TM: Respetamos mucho el guión original, así que el diferenciar las batallas de cada uno es mérito del guionista original. El máximo problema era la intervención de algunos sponsors que querían acortar la batalla y nosotros queríamos ser fieles al original. El otro gran problema es que es otra época y ya no hay actores tan preparados para este tipo de escena como en aquel momento, los caballos tampoco están tan bien entrenados. Estuvimos como 6 meses preparando y planificando la batalla y el rodaje duró dos meses y medio. La batalla en sí se rodó en 5 semanas.

La batalla final dura alrededor de 20 minutos en la original y más del doble en ésta. ¿ Cómo consiguió hacer una batalla tan larga?
TM: Parece que esta duración es la necesaria para que los actores estén realmente agotados como lo quería. Esta duración corresponde en realidad a la voluntad , el aguante y la fuerza de los actores para dar vida a personajes que quieren mantenerse en vida. Pero también tiene que ver con el proceso de filmación. Los productores pretendían que fuera más corto, que les parecía demasiado largo. Yo creo que es realmente la duración necesaria y que permite dar una diversidad más grande. Son 50 minutos en total.
Llega un momento que hay tanta sangre que no consigues reconocer quién es quién. Por lo tanto, no es fácil saber quién ha muerto o no.  Pero creo que era necesario filmarlo así. Había un montón de planos y montarlos no fue fácil, fue complicado saber cuáles se iban a descartar para que no quedara muy confuso.

La batalla es una verdadera coreografía con los actores en la que a veces sitúa la cámara muy cerca de ellos.
TM: Existen los trece personajes más todos sus contrincantes. Por lo tanto, necesitaba estar muy cerca de ellos para que el público reconociera bien cada uno de ellos y no los confundiera. Sin embargo, existía el riesgo de que al acercar mucho la cámara a ellos durante las peleas se hicieran daño. Es cierto que en ciertos planos estábamos tan cerca de ellos que éramos como un catorceavo personaje en medio de todo. Creo que esto permite que el público se sienta como el catorceavo personaje en pelear.

Hubo una explosión de risas en el público cuando la cabeza se pone a rodar. ¿Utilizó esta parte de la batalla como una catarsis después de tanta tensión?
TM: No era un efecto realmente buscado y no me esperaba esta reacción para nada.  Pero ocurre muchas veces que el público no interprete de la misma manera lo que el director ha querido transmitir exactamente.  Pero no tengo derecho a quejarme: el director ofrece una obra y es el público quien decide las reacciones que le provocan a partir de lo que ve. Quiero decir que no buscaba una catarsis ni provocar risas en este momento. Es el público quien lo ha sentido así. Porque en todo caso yo interpreto la risa en este momento más por nerviosismo y tensión que por algo divertido.

Muchas de sus películas son extremadamente violentas pero está ha recibido el PG13, lo cual la abre al público más joven.
¿Es una decisión propia o es bajo la presión de los productores y financieros para que sea asequible para un mayor público?
TM:Siempre me dicen que tendría que estar en PG13 de todas formas. Pero esta vez me hace particularmente feliz de que hayamos conseguido esto, porque quiero que esta película se vea en los colegios, porque este tipo de público no conoce a este tipo de película que se hacían hace 30 o 40 años.

Hay momentos muy gore sin embargo como el de la chica-cuerpo sin pies ni brazos…
TM: En las películas antiguas de samurai, el público estaba acostumbrado a detectar las emociones y los sentimientos de los personajes. Ahora el público joven no está tan educado para establecer conexiones, con lo cual hay que enseñarle de forma más cruda lo que provoca las reacciones en los rostros.

¿Cómo consigue rodar tantas películas?
TM: Jajaja, y yo me preguntó por qué otros directores no hacen más películas.  Cada uno tiene su ritmo, hay directores que prefieren tomarse su tiempo. Hay directores que reflexionan mucho antes de lanzarse a dirigir por el miedo al fracaso. Quieren estar seguros de que su película funcionará antes de dirigirla. Pero no creo que la vida sea tan larga. De hecho, a mí me gustaría rodar más todavía, cualquiera que sean las condiciones de rodaje.

Sin embargo, tengo la impresión de que se toma un poco más su tiempo entre cada rodaje ahora y que los presupuesto que baraja son mayores que antes.
¿Disfruta el hecho de tener más tiempo y más dinero?
TM: Seguramente que tengo presupuestos alrededor de diez veces más grandes que hace diez años. El problema es que con presupuestos diez veces más grandes, la gente espera resultados diez veces mejores. Lo cual implica que la libertad tampoco es exactamente la misma. Eso me hace llegar a la conclusión de que hay que disfrutar de cada proyecto sin compararlo con los demás.

¿Cuál es su próximo proyecto?
TM: Estoy barajando en cosas variadas, pero me gustaría hacer una película sin actores o en todo caso que sólo fueran como muñecos y descubrir sus rostros, algo muy violento. O a lo mejor probar algo en 3D. Para probar que lo que sale en 3D de los cuerpos son cosas que no quieres ver necesariamente, como las tripas o cerebros. Con el 3D hay que probar de hacer cosas que no se pueden hacer con el 2D. Hacer una película muy extrema que no quieras volver a ver nunca.

Tráiler:

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