Probablemente una de las mejores películas salidas de Hong Kong en el último par de años, Revenge: a Love Story ofrece mucho más de lo que se puede esperar de la CAT III al uso: parte drama, parte thriller sangriento, pero sobretodo mucha emoción y un estilo visual de primera categoría es lo que hace que este título sea un imprescindible, especialmente para los seguidores del cine de HK que tan pocas alegrías se llevan últimamente.
Una serie de crímenes extremadamente crueles comienzan a sacudir la ciudad: dos mujeres embarazadas relacionadas con oficiales de policía son asesinadas, y su feto extraído y dejado al lado para que muera. El principal sospechoso es atrapado rápidamente: resulta ser Kit, un joven que en los interrogatorios destapa una historia de venganza. Ahí retrocederemos al pasado, donde Kit, un simple vendedor callejero, comienza a sentir algo por Wing, una joven estudiante que padece un ligero retraso mental, y que es cuidada por su abuela.
Esta es la segunda producción de 852 Films, la compañía de Josie Ho y Conroy Chan después del slasher de Pang Ho-Cheung Dream Home, que continúa dando vida al cine de HK con este drama violento, un thriller sangriento que con muy buenos argumentos se convierte en una CAT III de auténtico lujo. La trama se cimenta en una historia de amor que se convierte en una de venganza, con aires de slasher pero ambientación noir, y con mucha solidez, llenando poco a poco los huecos de la historia a través de flashbacks que relatan la parte más interesante de la misma (los inicios de la relación de la pareja), y que muestran cómo los personajes eran muy diferentes antes de los hechos traumáticos.
Uno de los cebos para atraer al público puede ser la presencia de la ex AV (Adult Video) star Sora Aoi, que después de películas como Big Tits Zombie o Evil Nurse 2, sube un poquito su listón en un papel en el que no es que llegue a demostrar mucho más, pero cumple, aunque sea sin pretenderlo, como joven con un cierto retraso mental de apariencia ida. Sin duda, el cambio de idioma es un impedimento para ella, y le da aún más aire de perdida, cosa que favorece a su papel, en el que le hacen el favor de no darle demasiadas líneas de diálogo. El que está realmente muy bien es Juno Mak, cantante de pop y por lo que se ve amante del cine sangriento: de su puño y letra viene la historia de la película, aunque le dejara la tarea de escribir el guión a alguien con más experiencia como el director Wong Ching-Po. Su interpretación es sensacional, si bien al principio le vemos un poco pasado de vueltas. A la que comienzan los flashbacks su parte es mucho más comedida y con buenos detalles. Un gran trabajo que ya le ha llevado a ganar algún merecido premio.
Wong Ching-Po dirige la que seguramente sea su película más sobria y en conjunto bastante superior tanto a Ah Sou (también conocida como Mob Sister), como a Jiang Hu, la película de triadas con Andy Lau y Jacky Cheung, visualmente interesantes, pero mucho más irregulares. A destacar también la fotografía de Jimmy Wong, con colores azulados, muy fría pero visualmente magnífica, jugando constantemente con las sombras, un trabajo sensacional.
Así pues, Revenge, a Love Story es una de las propuestas más duras y serias del panorama cinematográfico en Hong Kong que se aleja (por suerte para nosotros) del modelo de cine actual en HK, siempre con vistas a la taquilla en la China continental. Este es cine del de siempre, arriesgado, emocionante, escandalosamente sangriento, pero con una historia y personajes interesantes. Una rareza que hace volver, aunque sea momentáneamente, a la variedad de propuestas que siempre ha sido una constante en el cine de HK.
De nuestro colaborador Víctor Muñoz (El Pozo de Sadako)
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