Dirigida por Mamoru Hosoda y producida por el estudio MadHouse, Summer Wars fue la ganadora del premio a mejor película de animación del Festival de Sitges 2009. Si, sé que no es un título con actores de carne y hueso, pero ciertamente hay películas de animación que a mi entender, consiguen transmitir igual o más. Y ésta es una de ellas.
En Summer Wars conoceremos a Kenji Koise, un joven de Tokyo de carácter reservado de diecisiete años al que le apasionan las matemáticas y la informática. Durante sus vacaciones de verano decide participar en las Olimpiadas Matemáticas, donde no conseguirá pasar de las rondas clasificatorias, lo que provocará que entre en una profunda amargura y que decida pasar el resto del verano conectado a un mundo virtual llamado Oz, donde trabajará como ayudante de mantenimiento adicional del sistema (Oz es un mundo virtual que pueden disfrutar personas de cualquier parte del mundo, desde Internet, un teléfono móvil o una televisión, y desde donde se puede hacer casi cualquier cosa que se pueda hacer en el mundo real. Las grandes marcas tienen tiendas virtuales, los bancos, etc...). Pero todo está a punto de cambiar cuando sea invitado, para su asombro, por la chica más popular del instituto, Natsuki Shinohara, a pasar el resto de las vacaciones en casa de su familia en un pueblo de Nagano. La aventura no ha hecho nada más que empezar. Y todo se complicará cuando un 'virus' (más bien una I.A. -Inteligencia artifical-) decida hacerse con el control del mundo virtual y cambiar el orden de las cosas.
Summer Wars es un curiosa mezcla que rebosa colorido por todos lados (especialmente detallada y visualmente genial en el mundo de Oz), donde seguramente podáis reconocer pequeños guiños a otras películas (a bote pronto, yo he sacado similitudes con Solo en Casa -por la familia tan amplia y disparatada- y El Viaje de Chihiro -por la escena del viaje en tren-, por ejemplo, aunque seguro que podéis encontrar alguna más). Y que decir de los guardianes de Oz: dos ballenas, una rosa y otra azul, llamadas John y Yoko. ¿De qué me suenan esos nombres?...
Los personajes son lo más carismáticos posible y como digo, cada uno tiene su pequeño o mayor papel en la película, formando en conjunto una familia de lo más curiosa. Es maravilloso ver como la psicología de los personajes va creciendo a lo largo del metraje, a medida que van experimentando y viviendo los hechos. Además, la premisa de la película no siendo nada novedosa, se convierte en algo realmente llamativa, pues podemos ver esa mezcla - y convivencia natural que tiene actualmente- de realidad con el mundo 'virtual'. Me llama mucho la atención el hecho de que la bisabuela sea la única que no entiende nada de ese mundo digital, quién intenta mantener las tradiciones japonesas y que sabe como proteger a los suyos con sus historias y sus contactos (vía telefónica, nada de internet).
Por último, destacaría la magnífica banda sonora de Akihiko Matsumoto, que sabe adecuarse a cada momento del film, pasando de momentos dramáticos o de tensión a momentos cómicos, de acción y como no, a melancólicos, como el tema final de la película -Bokura no natsu no yume- que os recomiendo que escuchéis si podéis.
Así que nada, espero que os animéis a ver ésta maravilla de la animación y como no, que os guste tanto como a mi me ha gustado. Ya veréis que no os engaño cuando os digo que sus cerca de dos horas se pasan volando.
Desde Canal+ Xtra nos informan que se estrenará en España mañana muiércoles 16 de Febrero a las 22.00 h. dentro de su canal Xtra HD, además de los días 20 de Febrero (20.05 h.) y 27 de Febrero (00.35 h.) donde también podrá verse en calidad estándar.
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