domingo, 17 de octubre de 2010

Sitges 2010 día 9: Viernes día 15 Octubre

¿Y muchos se preguntarán...? ¿Hizo ayer fiesta CineAsia?

Pues no, la verdad es que no, pero lo que sí que hicimos ayer viernes fue nuestra primera cena "real" del festival. (No quiere esto decir que el resto de días nos hayamos alimentado virtualmente, pero el ritmo de comida rápida ha superado la media con creces). Y ya se sabe, después de la cena viene la tertulia, las quinielas acerca de qué película se llevaría los premios, etc. Evidentemente las actualizaciones las dejamos para un rato más tarde.

Empezamos el día (fue ayer pero parece que fue ya hace mucho tiempo) con Apichatpong Weerasetakul. Recuerdo que en el mes de agosto le preguntamos a Ángel Sala que nos diera tres motivos para ir a ver Uncle Boonmee Who Recalls his Past Lifes. Nos contestaba así:

"¿Tres motivos? –Ángel sonríe de nuevo-. Es fácil. Primero porque la considero una de las cinco películas fundamentales del 2010. Segundo, porque es una de las cinco películas que cambian el cine para siempre, junto con Origen y Toy Story 3, en el presente año. Y en tercer lugar porque demuestra que Apichatpong es un genio. Primero, porque demuestra que es un gran director, entiende a la perfección el elemento cinematográfico de su idiosincrasia cultural. Y también, porque ha conseguido tomar el pelo a toda la crítica internacional: siempre acaba haciendo la película que le viene en gana, y todo el mundo dice que es un genio. Es para alabarlo. Que venga con Uncle Boonmee… a Cannes debajo del brazo y que al final acaben dándole la Palma de Oro, no es algo que se haga todos los días".

Apichatpong no es un director al uso. Su cine, tampoco. Sus películas van más allá de los patrones que rigen el lenguaje cinematográfico convencional (planteamiento, nudo y desenlace). El lenguaje que utiliza el director tailandés es más próximo al videoarte que al cine (el cine que entiende el 90% de los espectadores que van a una sala, donde me incluyo). Aún y así, y desde el conocimiento de practicamente toda su obra, y desde hace apenas unas horas, desde el plus que supone conocer al director en persona, puedo decir que "ahora entiendo un poco más su forma de encarar un proyecto cinematográfico".

Su filmografía se aproxima más al concepto de viaje, de recorrido iniciático, que al de seguir un argumento. Y como en todo viaje es importante dejarse llevar. ¿Necesario? Evidentemente. ¿Creativo? Sin duda. ¿Palma de Oro en Cannes? Yo se la hubiera dado a Poetry de Lee Chang-dong.   

2 comentarios:

  1. No tenía planeado en absoluto asistir a ver esta película. Pero me llegaron unas invitaciones y ahí me planté, debo decir, con algo de "miedo", después de haber leído sobre la película. COmo me había compremetido a ir, fuí, pero esperando aburrirme soberanamente durante dos horas.

    La sorpresa fue mía cuando a los pocos minutos, y con una escena tremendamente surrealista (la del fantasma y el hijo mono) me partí de risa, y ahí ya me enganché totalmente a la película.

    Al menos para mi era demasiado lenta. Se recreaba demasiado en algunas escenas, puede que sin necesidad. Pero hay imágenes muy potentes, así como escenas que me han sorprendido gratamente.

    Tampoco creo que sea "el peliculón", pero sí me ha sorprendido, y pude disfrutarla mucho más de lo que esperaba.

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  2. Me alegro de que entraras en la película y te dejaras llevar. Próximamente publicaremos una entrevista que mantuvimos con el director en Sitges y donde nos explica en profundidad su manera de hacer cine.

    Al final, la película se alzó con el Premio de la crítica en Sitges. Algo esperado por los que conocemos a la crítica... sin duda.

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