Hace tan solo unas horas, mientras paseábamos por las calles de Udine instantes después de haber asistido a la inauguración del FEFF, una pregunta recurrente se paseaba por mi lado. Por unos momentos creí que la genética me había jugado una mala pasada y me había transformado en Mourinho. La pregunta se componía de dos palabras. Imagino que la recordaréis perfectamente:
¿Por qué?
Y la pregunta seguiría… ¿por qué nosotros no tenemos un FEFF?
Para explicarme me teletransportaré en el tiempo a las 20:00 horas de ayer. Cuando la directora del FEFF Sabrina Baracetti nos daba la bienvenida a los asistentes a la gala inaugural, en un Teatro Nouvo lleno a rebosar, y con una presencia asiática para quitar el hipo al más pintado: desde la directora y productora de pinku eigas Asakura Daisuke, a Michael Hui el rey de la comedia de Hong Kong, pasando por un joven Quark Henares (la respuesta popular filipina a Brillante Mendoza), o los coreanos Lee Jeon-beong y Kim Min-suk, directores de las fantásticas Haunters o The Man from Nowhere. Mamma mía, ¿dónde me encontraba en Italia o en mitad de Asia?
La velada dio inicio con la premiere internacional de la cinta china Welcome to Shama Town, del novel Li Weiran. La cinta, a caballo entre el western y la comedia más costumbrista contagió al público que dejó escapar sus risas a lo largo de la producción. Un tesoro, un pueblo perdido, un bandido local y muchos avispados que quieren hacer negocio. Repleta de personajes secundarios hilarantes, Welcome to Shama Town, fue despedida con una sonora ovación.
Corea era el segundo invitado de la función. Y desde luego, los hermanos Park Chan-wook y Park Chan-kyong, nos dejaron a todos con un palmo de narices. Yo, de momento, ya estoy haciendo gestiones para tirar a la basura el Samsung que me endosó Movistar para hacerme con un iPhone… ¡Cueste lo que cueste, a ser posible, nada!
El cuento de terror que nos propone el dúo coreano en Night Fishing viaja de la modernidad a la espiritualidad de los ritos funerarios chamánicos, para deslumbrarnos tanto técnica como narrativamente. Lo mejor: que no te explique nada más. Lo peor: no tener un iPhone para verlo en su pantalla.
Y para cerrar la primera jornada Donnie Yen regresó al Período de Los Tres Reinos de la mano de los sobrevalorados Alan Mak & Felix Fong, dando vida al famoso guerrero Guang, y centrando la historia de The Lost Bladesman en su relación con el General Cao Cao. Lo que podía haber sido un festival para los amantes de las artes marciales se quedada desdibujado por un planteamiento plano, que incluye unas poco inspiradas escenas de acción. Amantes de la acción, tendréis que esperar a Wuxia de Peter Chan.
Y mañana: Japón, Vietnam, China, Corea del Sur y Hong Kong. Ah, eso sí... y mucha pasta. Pasta que no falte.
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