La frase de la semana: Álex de la Iglesia

Podremos o no estar de acuerdo con Álex de la Iglesia (en mi caso estoy totalmente de acuerdo). Nos podrán gustar más o menos sus películas (en mi caso, hay unas que más y oras que menos). Pero hay una cosa clara. Algo que ya sabía, pero que constaté ayer por la noche durante la retransmisión de los Premios Goya. Al ver la cara de Leire Pajín tras el discurso del presidente de la Academia. La política está cada vez más alejada de la realidad en la que vivimos. Viven ellos, los políticos, en una especie de burbuja indemne a los problemas de a quienes paradójicamente representan. Por eso, claro, Álex tenía que marcharse. Muy reveladora es la frase que dejó en twitter instantes después de pronunciar su discurso: "Ya está. Mañana a rodar. Que delicia."

Conversar es la clave. Pero para que se pueda establecer una comunicación eficaz el canal tiene que ser dual, no ir sólo en una dirección. Es tarea del gobierno redactar leyes, establecer las reglas del juego. Pero no puede olvidarse de que las leyes son para todos los ciudadanos, y que todos ellos también tienen algo que decir. Si algo echo a faltar en el redactado final de la Ley Sinde (es lógico que se hayan de salvaguardar los derechos de autor, nadie lo pone en duda), es el diálogo. Porque en la diferencia y en escuchar al otro están las soluciones.

Ayer El Discurso del Rey recibió el Goya a la Mejor Película europea (yo, por ejemplo se lo habría dado a La Cinta Blanca, pero eso es otra cuestión), pero realmente, Rey sólo hubo uno en el Teatro Real, el verdadero discurso del rey se había escuchado exactamente una hora antes. Y lo pronunció Álex de la Iglesia.

Discurso íntegro de Álex de la Iglesia

Enrique Garcelán