Tercer día de festival. Con el ánimo renovado nos levantamos a las 6 de la mañana dispuestos a sufrir en la sala del Auditorio con The Last Exorcism. Y la verdad es que el madrugón ha merecido la pena. Con una estética visual de falso documental el film funciona, y además sorprende en su resolución. Y hasta ahí puedo leer.
Después de darle las gracias al meteorólogo (que de nuevo ha fallado... de momento sigue haciendo sol), nuestro (trágico) destino de hoy es quedarnos 12 horas en el stand de CineAsia, mientras el espectador asiático devora una tras otra: Legend of the Fist (artes marciales al ritmo de Donnie Yen, Auditorio a las 16 horas), Fire of Conscience (uno de los thrillres más adrenalínicos de la última temporada, Retiro a las 18:30), Tajomaru (el regreso del director de Red Shadow a su género favorito, Retiro a las 20:30), y por último un título que tenéis que retener: Confessions, la película japonesa candidata a los Óscars, Retiro a las 23:00).
Once horas más tarde...
Once horas más tarde de escribir la mini-crónica de la jornada, puedo finalmente acabarla. Películas vistas en el día: una. Previsión de ver: una más (Confessions), siempre que la mente aguante. El cuerpo, hace tiempo que va por libre.
¡Esto es Sitges! ¡Vamos a ser devorados por los zombies!
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